Redefinir nuestra forma de vida

Varios estudios han puesto de manifiesto que pasamos aproximadamente el 90% de nuestro tiempo en interiores. La mayoría de nosotros no somos conscientes de los problemas de salud que pueden acarrear los espacios interiores, pero muchos de nosotros tampoco conocemos los beneficios que tienen los espacios exteriores para nuestra salud. Pasar tiempo al aire libre es una de las formas más sencillas de mejorar nuestra salud mental y nuestro bienestar. Está científicamente demostrado que pasar tiempo en la naturaleza es eficaz para aliviar los problemas de salud mental.

¿Cuáles son las soluciones para mejorar los espacios interiores y cuáles son las herramientas para crear y animar a la gente a estar al aire libre? Micr-O, una granja rural sostenible en la parte central de China y el Well Living Lab, un laboratorio de vanguardia en Pekín son dos proyectos muy diferentes diseñados por Superimpose Architecture. Sin embargo, ambos marcan la pauta de una nueva era en salud y bienestar.

Cuando fundamos nuestro estudio, recibimos la visita de un visionario local de la provincia de Zhejiang. Tiene formación agrícola y es el fundador de Sun Commune, una iniciativa destinada a crear una valiosa estrategia ascendente para apoyar a los agricultores y promover la producción de alimentos ecológicos. Debido a la rápida urbanización de China en los últimos años, están desapareciendo las comunidades rurales agrícolas y el convenció a un centenar de familias locales del valle de Tai Yang para modificar su forma de cultivar y les enseñó técnicas de agricultura ecológica sostenible. El buscaba una forma de promover la producción de alimentos ecológicos en el valle de Tai Yang y se puso en contacto con nosotros para diseñar un concepto arquitectónico que pudiera atraer a visitantes de las grandes ciudades cercanas.

Nos dimos cuenta del creciente interés de los padres urbanos por poner a sus hijos en contacto con la naturaleza y por ello desarrollamos la idea de diseñar una microcomunidad que promoviera una vida sana y natural al aire libre. Esta microcomunidad, que denominamos Micr-O, permite a los niños de ciudades como Hangzhou and Shanghái sumergirse en la naturaleza y aprender cómo se cultivan los alimentos. También enseña a los padres que los alimentos ecológicos son más seguros y, como consecuencia de esto, apoyarán la producción de los agricultores.

 

 

Más que diseñar un edificio, decidimos optar por una estructura de tienda de campaña que permitiera a los visitantes estar más cerca de la naturaleza. Para crear esta experiencia plena en la naturaleza, evitamos el uso del hormigón y el metal. Para crear un edificio ecológico y sostenible que estuviera en consonancia con la producción de alimentos orgánicos, buscamos proveedores de materiales de construcción naturales en la región circundante. Se reciclaron vigas y tablones de madera de pino viejos para la estructura y el entarimado, respectivamente y se utilizó una lona reutilizable para la cubierta. Elevamos la estructura para minimizar el impacto sobre la vegetación y permitir que continuaran debajo del edificio. Este es totalmente desmontable y puede ser reconstruido en otros lugares, por lo que es totalmente circular.

El centro comunitario Micr-O es un ejemplo de vida sana al aire libre en un entorno rural. Sin embargo, ¿cómo podemos crear un entorno saludable en interiores en las áreas urbanas densamente pobladas? Un año después de completar el proyecto Micr-O, logramos la adjudicación de un proyecto muy diferente; un laboratorio y complejo de oficinas de 26.000 metros cuadrados que formaban parte de un proyecto de remodelación urbana de una zona industrial situada en el distrito de Sunyi en Pekín. Como parte del proyecto, nuestro objetivo era la primera fase de un edificio de 2.400 metros cuadrados que se convertiría en el primer Well Living Lab de Asia.

Solo existen dos Well Living Labs en todo el mundo; uno en Rochester, Minnesota y ahora uno en Pekín. Es un concepto desarrollado por la empresa inmobiliaria Delos y el centro médico académico de la Clínica Mayo para reunir a la ciencia de la construcción, la ciencia del comportamiento y la ciencia de la salud y proporcionar un entorno interior simulado que imite los entornos de oficina y los espacios de vida residenciales para llevar a cabo una investigación centrada en el ser humano. El objetivo de este estudio es mejorar el impacto de los entornos interiores en nuestra salud, bienestar, comodidad y rendimiento.

El edificio debía ser diseñado de acuerdo con los más altos estándares LEED y WELL, y al mismo tiempo tenía que ser extremadamente adaptable y flexible para futuras investigaciones. Junto con Delos y un equipo de expertos en sostenibilidad diseñamos un edificio que no solo cumple con los estándares requeridos, también aplica soluciones creativas que mejoran nuestra forma de vida.

 

Diseñamos el edificio con un concepto «plug-in» o modular y comenzamos reposicionando el núcleo del mismo, a menudo situado en el centro, hacia el norte del edificio. Esto permite obtener amplias plantas abiertas y flexibles, proporcionando al mismo tiempo ventilación y luz natural en las principales instalaciones, como los baños. Normalmente las escaleras de emergencia están situadas en los espacios ocultos y oscuros del interior; sin embargo, decidimos situarlas en el exterior del edificio. Al destacar las escaleras en un color rojo brillante y colocarlas cerca de las entradas principales, se invita al visitante a utilizar la escalera en lugar del ascensor, promoviendo el ejercicio físico y la interacción social.

Las escaleras se extienden más allá de la línea de la cubierta para acceder a la azotea pública y al espacio del laboratorio que rota 360 grados y se utilizará para investigar los factores estacionales de ganancia de calor solar y deslumbramiento. El cuarto de máquinas del laboratorio giratorio, situado en el centro, requiere una profundidad de 2,2 metros, lo que nos permitió crear el suficiente espacio para situar un huerto en la azotea. Este permite la producción de alimentos ecológicos y también ofrece la oportunidad a los ocupantes del edificio de participar en talleres de jardinería en un entorno natural relajante.

Las normas y certificaciones sanitarias son herramientas importantes para mejorar nuestra forma de vida. Sin embargo, la creatividad es una herramienta crucial y necesaria para encontrar relaciones y oportunidades para superar los límites de la vida sana. Como arquitectos, tenemos la responsabilidad social de diseñar edificios hermosos, pero también de diseñar un entorno construido que contribuya y facilite la salud y el bienestar de las generaciones futuras. Los arquitectos deben mirar más allá de su ámbito tradicional y deben comprender el ciclo de vida completo de un edificio, sus usuarios y su entorno para crear un futuro adaptable y saludable que pueda redefinir el modo de vida de las generaciones futuras.

www.superimpose.nl

Imagen principal: Edificio educativo y alojamiento en camping, Micr-O, Hangzhou, China, 2016, Superimpose Architecture. Foto © Marc Goodwin